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Solarix

España necesita instalar puntos de recarga para llegar a tiempo a 2035

Actualizado el 29/03/2023

El escenario automovilístico vive un periodo convulso. Y es que la Unión Europea ha certificado que a partir del año 2035 los coches gasolina y diésel dejarán de fabricarse. Hablamos de todos los que incluyen un motor térmico, incluidos los híbridos. Es decir, dentro de 12 años sólo podremos comprar un coche eléctrico, ya sea de batería o de pila de combustible de hidrógeno. Por lo que es vital instalar puntos de recarga…

Hoy en el Blog de SOLARIX analizamos las implicaciones de esta noticia, así como el presente y el futuro que depara al coche eléctrico.

Índice del artículo

¿Cómo te va a afectar el veto a los coches de motor de combustión en 2035?

Por el momento lo ratificado en el Parlamento Europeo es la prohibición de vender coches y vehículos nuevos desde 2035 que tengan motor diésel o gasolina.

Así pues, el coche eléctrico de batería se perfila como la única opción a largo plazo. Ya que si bien algunos fabricantes siguen investigando y apostando por el hidrógeno, esta tecnología está más enfocada por el momento al transporte de mercancías o al transporte colectivo de pasajeros.

Ojo, podrás seguir comprando coches con motor térmico en 2035 de segunda mano, la normativa sólo afecta por el momento a vehículos nuevos.

Más allá de este horizonte no sabemos muy bien qué pasará. Por ejemplo, hay propuestas sobre permitir la venta de coches con motor de combustión que se alimenten con combustibles ecológicos o e-fuels. Sin embargo, para cumplir con la normativa estos combustibles deberían tener un producción libre de emisiones, es decir, fabricados mediante renovables o energía nuclear. Lo que, teniendo además en cuenta que se trata de un producto más de nicho y menos aplicable al conjunto general del parque móvil de vehículos… parece indicar que el precio de estos combustibles será bastante más elevado (se barajan unos 4 euros el litro).

También está sobre la mesa una posible moratoria a los coches híbridos enchufables, que pueden circular unos 50 km actualmente en modo eléctrico.

E incluso se baraja la conocida como «enmienda Ferrari«, que dejaría fuera de la prohibición de vender coches diésel y gasolina en 2035 a las marcas que producen menos de 1.000 unidades al año. Esto significaría que un trabajador cualquiera no podría comprar una furgoneta de motor de combustión para su pequeño negocio, ni una familia estándar un monovolumen de turno… pero si tienes el suficiente dinero como para comprar un superdeportivo, no hay problema.

Si tienes un coche diésel o gasolina… ¿Podrás seguir circulando con él en 2035?

La respuesta es sí. Aunque lo que se persigue es la neutralidad en cuanto a emisiones de CO2, lo que ya está significando sin ir más lejos prohibir el acceso de estos vehículos al centro de las grandes ciudades. Y en teoría, en el horizonte 2050, se prohibirán definitivamente, aunque si la vida media de un coche ronda los 15 años este punto en concreto no debería preocuparte demasiado.

Tampoco se descartan más varapalos en otros campos. Por ejemplo pruebas de emisiones más exigentes a la hora de pasar la ITV.

Sea como fuere, aunque podrás seguir utilizando tu coche, todo está encaminado a que paulatinamente abandonemos el motor de combustión. Así que la pregunta es… ¿Ocupará el coche eléctrico el papel del actual coche con motor gasolina o diésel?

El papel del coche eléctrico en la actualidad

El coche eléctrico tiene perspectivas distintas según el país de la Unión Europea en el que nos focalicemos. Mientras que el 84% de nuestros vecinos noruegos eligen un coche eléctrico a la hora de comprar un automóvil nuevo, en España esta cifra es de apenas el 8%. China, en este sentido, ha hecho mejor los deberes que nosotros, llegando al 22%.

Noruega es de hecho el país líder del mundo en ventas de eléctricos. Y ahora atraviesan una coyuntura compleja, después de décadas de ayudas a la compra de estos vehículos, dichas subvenciones han sido recortadas (que no eliminadas) en 2023. Ésto ha provocado que el 2022 fuera un año récord de ventas, mientras que en 2023 las ventas de coches han caído a niveles de 1962.

Algo similar ha ocurrido en países en los que la penetración del coche eléctrico en el mercado es mayor que en España. En Alemania, la reducción de las ayudas ha hecho que se matriculen un 13% menos de vehículos eléctricos.

El fin de las ayudas en China también ha provocado una contracción de las ventas. Donde Tesla, por cierto, ha tenido que rebajar sus precios para poder capear el temporal.

¿Puede el coche eléctrico ponerse a la par en cuanto a ventas del coche de combustión?

Es una pregunta razonable. Todos sabemos de las ventajas del coche eléctrico, especialmente en un mix energético con predominancia de las renovables. De la necesidad de mejorar la calidad del aire de nuestras ciudades o de mitigar los efectos del Cambio Climático. Y de que, en definitiva, un coche eléctrico es además mucho más eficiente. Y es ahí donde el vehículo eléctrico no tiene rival.

Ahora bien, bajo esta premisa, tampoco se pueden negar las barreras que el coche eléctrico sigue presentando ante muchos usuarios.

  • Precio elevado: para empezar, un coche eléctrico es caro, se mire por donde se mire. Es raro que uno de estos modelos baje de los 35.000-40.000 euros, lo que sin las subvenciones los dejaría fuera de la órbita de muchísimos conductores simplemente por poder adquisitivo. Y es que por mucha concienciación medioambiental que tengamos, el bolsillo es el bolsillo.

    Es decir, el coche eléctrico aún tiene que abaratar sus precios. Lo que ocurrirá y ya está de hecho ocurriendo, a medida que esta tecnología penetra en el mercado. Por el momento y como han hecho nuestros vecinos, no queda otra que «darle un empujoncito» a esta tecnología con jugosas ayudas.
  • La necesidad de instalar puntos de recarga: sin embargo, aunque puedas costearte un coche eléctrico o puedas hacerlo gracias a las subvenciones, si quieres comprarte uno vas a necesitar cargarlo. No sólo en casa (si dispones de garaje) sino mientras viajas. Y si nos ceñimos a España la infraestructura de recarga es bastante deficiente. En nuestro país hay instalados apenas unos 20.000 cargadores de acceso público, muy pocos. En Holanda hay unos 90.000, en Alemania casi 60.000 y en Francia algo más de 37.000 puntos de recarga.

    El objetivo en España es instalar masivamente puntos de recarga para llegar a 340.000 en 2030, por lo que hay mucho trabajo por hacer en esta materia. Por eso, en 2021 se tomaron medidas legislativas para instalar puntos de recarga en determinados espacios de uso público.

El coche eléctrico, en definitiva…

En SOLARIX estamos como no cabría esperar otra cosa totalmente a favor de la transición renovable. El coche eléctrico en este marco supone sin lugar a dudas un avance en muchos campos respecto a los coches convencionales gasolina o diésel y es el modelo a seguir si la tendencia es la descarbonización de la economía, presentando además grandes sinergias con un modelo energético renovable.

Ahora bien, en España estamos a la zaga en esta materia. Es imposible apostar por el coche eléctrico sin apostar, sin ir más lejos, por una adecuada red de carga, es decir, por instalar muchos más puntos de recarga de los que actualmente dispone nuestro país y de los que se instalan cada año.

Además de eso, hay que apostar por impulsar su penetración en el mercado y su descenso de costes. En algún momento las subvenciones disminuirán e incluso se retirarán como ha sucedido y está sucediendo en países de nuestro entorno. Por eso, aunque el coche eléctrico seguirá bajando de precio, es un buen momento para dar el paso a la movilidad sostenible y comprar un coche eléctrico siempre que puedas permitírtelo y se adapte a tus necesidades concretas.

Y es que al final, de igual modo que la transición hacia las energías sostenibles es algo que recae sobre el conjunto de la sociedad, también lo es la transición hacia una movilidad sostenible.

Actualización 29/03/2023: Alemania «enmienda» parcialmente el veto al motor de combustión/

Cuando publicamos este artículo hablamos de la posibilidad de que el motor de combustión siguiera vivo gracias a algunas exenciones. Como los alimentados por combustibles ecológicos o la citada «enmienda Ferrari» para fabricantes que producen muy pocas unidades. Pues bien, lo primero al menos ya ha sucedido. Y es que Alemania y la Unión Europea han cerrado un acuerdo para cambiar la norma, te lo contamos.

Ten en cuenta que todo lo expuesto anteriormente, la regulación para el horizonte 2035, no se elimina ni mucho menos. A partir de ese año todos los coches y furgonetas nuevos deben equipar sistemas de propulsión neutros en emisiones de carbono. Lo que se añade es una exención para los combustibles sintéticos ecológicos.

Esto supone por tanto que, con la nueva normativa, en 2035 todos los vehículos que se vendan con motor de combustión deberán funcionar única y exclusivamente con estos combustibles.

¿Qué son los combustibles ecológicos?

Se trata de combustibles son sintéticos, es decir, no se extraen de un pozo como el petróleo, sino que se fabrican a través de un proceso de transformación química de forma industrial. En este proceso intervienen dos materias: agua y CO2.

El agua sirve para obtener hidrógeno renovable mediante un proceso de electrólisis, mientras que el CO2 se captura del aire generalmente. Con estos dos elementos es posible fabricar combustibles de «cero emisiones netas», que es la premisa que sirve para justificar el uso de estos combustibles.

Es decir, que aunque un coche con motor de combustión alimentado por combustible ecológico siga emitiendo CO2, como en su fabricación podemos emplear energías renovables y a la vez capturamos CO2 de la atmósfera, este balance puede ser 0.

¿Pueden salvar al motor de combustión?

Es indudable que estos combustibles presentan muchas ventajas. Entre ellas la compatibilidad con la estructura y los vehículos ya existentes.

El problema es que todo este proceso es, al menos por el momento, muy caro, algo de lo que también hablamos en el artículo inicial.

Es difícil predecir cómo se desarrollará esta tecnología de aquí al año 2035, aunque desde luego podría ser la «salvación» para el motor de combustión en el marco de las marcas de superlujo, deportivos, etc. Un mercado en el que el precio del combustible no es tan relevante. Y es que esta medida parte, de hecho, de la presión de grupos empresariales como Porsche en Alemania o Ferrari en Italia.

Si estás pensando en comprar un coche eléctrico pero no te aclaras con los puntos de recarga…

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