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Solarix

Europa quiere despedirse del gas ruso instalando más placas solares

A tenor de la grave crisis en Ucrania que está ocasionando problemas de suministro dada nuestra dependencia energética del gas ruso, la Unión Europea discute ahora un posible incremento en el objetivo de energías renovables para el horizonte 2030. Incluso se estaría barajando la posibilidad de instalar paneles solares bajo obligado cumplimiento en edificios de nueva construcción.

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Lo que se está planteado Europa… paneles solares para todos

Aunque el tumulto sobre las importaciones de gas ruso sólo afectan a España de forma indirecta, lo cierto es que muchas economías de Europa tienen un gran problema. No es de extrañar por tanto que Europa quiera reducir su dependencia energética cuanto antes. A tal fin, la Comisión Europea va a presentar una nueva estrategia en materia de renovables que hará que los objetivos de reducción de combustibles fósiles aumenten notablemente.

El nuevo plan renovable europeo pretendería, según los borradores filtrados, instalar de forma masiva paneles fotovoltaicos en los tejados. Pasando incluso como decíamos en la introducción por una medida de obligado cumplimiento en edificios de nueva construcción.

En materia de autoconsumo Bruselas llama a esta operación la Iniciativa Europea de Techos Solares. La cual también pasaría por instalar fotovoltaica en todos los edificios públicos con potencial para ello de cara al año 2025, y contar al menos con una comunidad de energía renovable en cada municipio de 10.000 o más habitantes.

El problema más grave es el gas, pero no el único. También importamos uranio ruso

Vapor de agua emanando por las chimeneas de la central nuclear de Philippsburg, a orillas del Rin

Aunque el debate se centra en el gas ruso, Europa del Este cuenta con países que operan con reactores nucleares de procedencia soviética. Fuentes de generación que dependen, a día de hoy, de la empresa pública rusa especializada en energía nuclear Rosatom.

Pero no sólo eso. De Rusia también importamos grandes cantidades de combustible nuclear, y aquí sí nuestro país tiene un problema, España importa un 38.7% de su combustible nuclear a Rusia.

La energía nuclear sigue siendo un elemento de discusión. Algunas voces opinan que es un pilar fundamental para apoyar la transición renovable, considerándola, incluso, una energía «verde». Otras, en contraposición, argumentan que el enorme riesgo que potencialmente suponen los reactores y, sobre todo, la elevada durabilidad de los residuos nucleares y su difícil gestión, hacen de esta tecnología un problema y no una solución. Es un debate complejo, con muchas ramificaciones y con voces competentes en la materia a favor de cada uno de estos puntos.

Sea como fuere, parece que si la solución para recortar nuestras importaciones de gas ruso pasa por aumentar la importación de uranio también de procedencia rusa… lo tenemos difícil.

La fotovoltaica, mientras tanto, sigue batiendo récords

Según el informe Global Market Outlook for Solar Power, de SolarPower Europa, por noveno año consecutivo la energía solar a nivel global está batiendo marcas en materia de instalación. Con 168 GW de nueva capacidad solar fotovoltaica en 2021, todo ello, además, en un escenario de pandemia mundial.

Para 2022, se espera que se instalen más de 200GW por primera vez en la historia.

La energía solar fotovoltaica sigue siendo la energía renovable con un crecimiento más rápido. En 2021, por ejemplo, se instalaron 70 GW más de fotovoltaica que de la segunda mayor tecnología instalada, la eólica. Y más, de hecho, que todas las renovables no solares juntas).

¿Cuál será el siguiente objetivo?

Hoy en día el objetivo en renovables para la UE y en el horizonte 2030 se sitúa en el 40%, el Parlamento Europeo tiene la vocación de aumentar este objetivo al 45%, pero podría ser incluso más. Saldremos de dudas el próximo lunes día 18.

En nuestra opinión, es un poco triste que tengamos que llegar a una situación de este tipo para aumentar nuestros esfuerzos en la transición renovable y en la reducción de nuestra dependencia energética. Parece que si no nos vemos empujados por una situación de emergencia, ya sea en forma de cambio climático, una crisis geopolítica o similar, a nuestras sociedades les cuesta introducir cambios de cierto calado.

Con todo, siempre es motivo de celebración que rememos hacia una reducción de los Gases de Efecto Invernadero, aumentando nuestra cuota de generación energética mediante fuentes renovables.

Obviamente, resta ver los flecos de las nuevas medidas. Por ejemplo en materia de criterios de eficiencia en caso incorporar la obligatoriedad de instalar placas fotovoltaicas en edificios de nueva construcción. También sería deseable, dado el enorme potencial para generar electricidad en las horas centrales del día, que el discurso se fuese centrando no sólo en la necesidad de instalar placas fotovoltaicas, sino en el almacenaje de la electricidad. Requisito indispensable para consumirla en otras franjas horarias.

Ahora más que nunca… ¡invirtamos en renovables!

Paneles solares en una de nuestras instalaciones

Las renovables suponen, a fin de cuentas, no sólo una cuestión de sostenibilidad, sino también de soberanía energética. Y es que cualquier nación que no depende del exterior para producir su energía se verá menos dañada por los conflictos geopolíticos como los que vivimos. Ahora, más que nunca…

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