
El país galo es el primero en Europa en considerar al coche eléctrico chino una amenaza para su industria. O al menos, el primero en tomar cartas en el asunto.
Y es que el crecimiento de China en este sector es imparable. Atrás quedaron los años en los que hablábamos de la manufactura asiática como «low cost». Lo cierto es que hoy en día, marcas como ByD o MG ganan adeptos día tras día con productos a la vanguardia tecnológica y con precios muy ajustados, poniendo contra las cuerdas a los fabricantes europeos de coches eléctricos.
Por este motivo, Francia ha decidido que no dará ayudas a los coches eléctricos chinos… pero ojo, no sólo a los chinos, Tesla, por ejemplo, también podría quedar fuera de los beneficios fiscales.
Si quieres saber más sobre qué está ocurriendo en el sector de la movilidad eléctrica… ¡sigue leyendo!
Las ayudas fiscales como incentivo a la movilidad eléctrica
En Europa, las ayudas fiscales a la compra de vehículos eléctricos y la inversión en la instalación de puntos de recarga desempeñan un papel crucial en la aceleración de la adopción de coches eléctricos.
Estas medidas no solo contribuyen a reducir la contaminación del aire y a cumplir los objetivos de reducción de emisiones, sino que también estimulan la innovación tecnológica y respaldan la creación de empleo en la industria de la movilidad sostenible.
Al incentivar la compra de coches eléctricos, se promueve una transición hacia una movilidad más limpia y sostenible, al tiempo que se fomenta el desarrollo de una infraestructura de carga accesible y conveniente. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también brinda a los consumidores una alternativa atractiva y eficiente en tanto en cuanto los coches eléctricos siguen siendo una opción más cara que los vehículos de motor de combustión. Allanando, en definitiva, el camino hacia un futuro más verde y prometedor.
El caso francés: pasamos a la «puntuación verde»

Hasta ahora, Francia otorgaba una subvención de hasta 5.000 euros (e incluso más para hogares de bajos ingresos) para la compra de coches eléctricos. Sin embargo, esta subvención está a punto de cambiar a partir de enero de 2024.
La nueva normativa basará las ayudas en la huella medioambiental de los coches, desde su fabricación hasta llegar al concesionario, en lugar de centrarse únicamente en las emisiones de CO2 durante la conducción.
Puedes pensar en esto como una especie de «puntuación verde» que se asignará a cada modelo de coche eléctrico vendido en Francia. Esta puntuación se calculará considerando el impacto ambiental en cada etapa, desde la producción hasta la puesta en carretera. Se evaluarán los materiales utilizados en la fabricación, el proceso de montaje, las baterías y hasta la logística de cómo llega el coche al mercado francés.
De este modo y sin nombrar directamente a los fabricantes chinos, un vehículo manufacturado en el gigante asiático (con un mix energético muy dependiente del carbón) y que luego tiene que ser trasladado al viejo continente… se quedaría fuera del «reparto» de las subvenciones debido a su huella ecológica.
Pero… ¿sólo afecta al coche eléctrico chino?
No, aquellos coches fabricados fuera del continente europeo, como los chinos pero también los de Tesla sin ir más lejos, que son fabricados en Texas, podrían quedar excluidos de estas ayudas, sin importar cuál sea su precio de venta.
En resumen, la normativa podría dejar fuera de las ayudas a modelos como el MG 4 o el Tesla Model 3 Tracción Trasera, que en la actualidad sí cuentan con estas subvenciones.
Sin embargo, hay modelos que podrían mantener su elegibilidad en estas ayudas, como el Dacia Spring, que se fabrica en China pero es muy ligero, lo que podría compensar su origen de fabricación.
Un caso de proteccionismo encubierto

En última instancia, esta medida se puede ver como una forma de proteccionismo encubierto, ya que busca favorecer a los fabricantes europeos y, en particular, a los franceses. Coches como el Renault Zoe, Renault Mégane e-Tech, Opel Corsa-e, Citroën ëC4, y Peugeot e-2008, fabricados en Francia, podrían ser los más beneficiados por esta nueva política de ayudas.
Es importante destacar que la lista de vehículos elegibles aún no se ha publicado y se espera que esté disponible a mediados de diciembre. El Gobierno francés ha mencionado que están llevando a cabo una evaluación rigurosa para determinar qué coches cumplen con los nuevos criterios medioambientales.
Un debate, el de los aranceles, que no es ni mucho menos nuevo y sobre el cual no hay consenso
El escenario de los aranceles y la competencia en el mercado europeo de coches eléctricos está generando una tensión palpable entre los diferentes actores involucrados.
Por un lado, China ha logrado un rápido desembarco en Europa con una amplia gama de vehículos eléctricos, aprovechando su dominio en la cadena de suministro y la producción de baterías. Hace ya un año Stellantis, por citar un ejemplo, planteaba la necesidad de imponer nuevos aranceles a los coches eléctricos chinos.
En contraposición, Alemania se ha mostrado reacia a establecer medidas más duras contra los fabricantes chinos, ya que sus marcas premium están obteniendo importantes beneficios con sus ventas en China. Además, los vehículos europeos ya enfrentan aranceles significativos en el mercado chino, lo que crea un equilibrio delicado.
La diferencia de precio entre los coches eléctricos chinos y europeos es notoria, con los chinos siendo un 20% más asequibles en promedio. Sin embargo, los fabricantes chinos enfrentan aranceles del 10%, mientras que los europeos se enfrentan a aranceles de entre el 15% y el 20%, lo que plantea dudas sobre la equidad en la competencia.
Miedo a represalias por parte de China
La situación, como decíamos anteriormente, se vuelve aún más compleja debido a las fuertes relaciones comerciales entre Alemania y China, y es que el 40% de los beneficios de marcas como Mercedes, Audi y BMW provienen del mercado chino.
En este marco, parece que temer un aumento en los aranceles que pudiera provocar represalias de China es una preocupación legítima.
En última instancia, la rivalidad entre los fabricantes de automóviles europeos y chinos en el mercado de coches eléctricos está en constante evolución. Los analistas señalan que los coches eléctricos chinos encentrarán una mayor aceptación progresivamente, lo que podría afectar el mercado europeo en los próximos años.
Coche eléctrico chino: algunos movimientos que ya estamos percibiendo

En agosto supimos que el popular MG4 de MG, cuya propietaria es SAIC Motors, va a comenzar a producirse en Europa en una nueva fábrica cuya situación concreta aún es desconocida.
Esta operación, que derivará en un aumento de los costes de producción, supondrá sin embargo evitar el 10% de aranceles para los vehículos que son importados en China y venden posteriormente en Europa. Por lo tanto es difícil prever cómo impactará en el precio de este vehículo… que podría, pese a todo, seguir contando con un coste por debajo de su competencia europea. Es decir, si bien la noticia fue acogida con cierto entusiasmo por parte de los fabricantes europeos, a la postre las críticas podrían seguir llegando igualmente.
Hay que tener en cuenta que MG lleva menos de un año en Europa y las ventas de su eléctrico lo han situado en el TOP10 de los más vendidos. Algo que podría repetirse con otras marcas chinas como ByD.
En resumen, la cuestión de los aranceles es solo una pieza de un complejo rompecabezas en el que se entrelazan la competencia, la economía y las estrategias comerciales. Un problema de difícil solución para una Europa que quiere remar hacia un futuro más sostenible incentivando el coche eléctrico, pero que se enfrenta a la vez a la hegemonía China en toda la cadena de fabricación y suministro de esta tecnología.