El Vehículo Eléctrico (VE), o el coche eléctrico de forma más específica, es una muestra más de que nuestra sociedad está experimentando un cambio.
Las nuevas generaciones poseen una conciencia más desarrollada acerca de la necesidad de proteger el medioambiente. De que nuestros recursos son, a fin de cuentas, finitos. Y de que en definitiva este planeta no sólo no nos pertenece, sino que somos responsables de legar un mundo mejor a quienes vendrán después.
¿Pero cómo desprenderse de una visión cortoplacista, tan enraizada a nivel cultural y económico?
No será fácil, pero ya hemos comenzado a dar algunos pasos en la buena dirección. Estamos repensando nuestros modos de vida, la forma en la que consumimos o… sin ir más lejos, cómo nos movemos.
Por qué el coche eléctrico desbancará al coche convencional
Que el motor de combustión sigue siendo el rey de la carretera es una verdad innegable, pero el Vehículo Eléctrico está aquí y ha venido para quedarse.
En algún momento, los coches convencionales quedarán inexorablemente obsoletos.
A pesar de que sus bondades han sido muchas, corresponden a otra época, una época en la que los combustibles fósiles y los productos plásticos de usar y tirar imperaban. ¿Te parece una afirmación exagerada?
Un motor de gasolina, incluso los de última generación que implementan todo tipo de tecnologías para lograr mejores consumos y menores emisiones, ostenta a lo sumo un 25% de eficiencia. El 75% restante de la energía que se extrae en la combustión de la gasolina… simplemente se pierde.
Y el diésel es algo mejor en ese aspecto, pero no logra sobrepasar una eficiencia del 40%.
Cero emisiones, eficiencia y fiabilidad
El motor eléctrico es imbatible, llegando a cotas de eficiencia del 90%. Compararlo con sus homólogos «convencionales» es como comparar una vieja central eléctrica de carbón con una planta solar de última generación.
Pero no sólo el rendimiento energético es mejor, hay quien piensa que los coches eléctricos son vehículos anodinos. Lo cierto es que, a nivel prestacional (entrega de par), también superan con creces al motor de combustión. Entonces… ¿Son motores más complejos? ¿Requieren de un elevado mantenimiento?
Al contrario. Carecen de muchos de los elementos de los que dispone un motor de explosión, resultando mecánicamente más sencillos y fiables.
El detalle más destacable, sin embargo, es que un coche eléctrico en circulación no emite emisiones de ningún tipo. Contribuyendo así a mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades y a mitigar el efecto invernadero.
¿Y cuáles son los aspectos negativos?
Principalmente, la autonomía.
Aún así, las baterías mejoran día a día y este problema es cada vez menor. En la primera versión del Renault Zoe que sorprendió al mundo en 2013, el coche francés equipaba una batería de apenas 22 kWh. Hoy, la batería de este mismo coche, asciende a los 52 kWh. Es decir, la capacidad del modelo contemporáneo es más del doble.
Lo mismo sucede con otras trabas como la falta de una red bien capilarizada de puntos de recarga. Se trata de problemas que, poco a poco, se van subsanando.
El último factor a tener en cuenta es el precio.
Lo cierto es que un coche eléctrico es más caro que un coche tradicional. No obstante, es de esperar que a medida que esta tecnología penetre en el mercado y caigan también sus costes de fabricación, dispongamos de coches eléctricos a un coste más competitivo.
Exenciones fiscales y otros beneficios
Mientras tanto, tienes a tu disposición medidas en materia de subvenciones y ayudas para favorecer la compra del coche eléctrico, ya que desde la administraciones se entiende que favorecer una mayor cuota de eléctricos en el parque móvil redunda en beneficio de todos.
También existen algunos beneficios en materia de estacionamiento, por ejemplo. O de acceso a determinadas áreas de las ciudades de circulación restringida a los vehículos contaminantes.
Como este tipo de mecanismos cambian en el tiempo y en la geografía, no vamos a citar casos concretos. Por el momento sólo debes tener en cuenta que están ahí.
Tipos de recarga para Vehículos Eléctricos
Cargar un coche eléctrico no difiere mucho de cargar cualquier otro tipo de aparato con batería. La premisa es muy sencilla: enchufarlo hasta que el acumulador (batería) obtenga la energía que necesita.
No obstante, tampoco es lo mismo que enchufar tu teléfono móvil, existen diferentes tipos de carga, en función de la potencia y por lo tanto también de la velocidad de la misma.
Recarga estándar lenta (3.7 kW – 16 A a 230V monofásica)
Se trata de una recarga muy habitual en los coches eléctricos, ya que en los hogares lo común es contar con un suministro monofásico en baja tensión (230V), de una potencia contratada que a lo sumo ascenderá a 10 kW.
Sin embargo y como el nombre indica, debes esperar bastante para cargar las baterías por completo.
Sobre el papel, un Renault Zoe con batería de 52 kWh de capacidad, necesitaría 14 horas para cargar unas baterías hipotéticamente descargadas del todo, hasta su nivel máximo de capacidad.
Obviamente, las recargas no se realizan de este modo, ya que es muy poco frecuente agotar las baterías. De hecho lo más usual es que en el día a día, con el uso del coche para cumplir con tus rutinas (ir al trabajo, a realizar la compra, a llevar a los niños al colegio…) consumas muy poca de esta capacidad.
Y como además lo más frecuente es dejar el coche cargando por la noche, esta modalidad de carga cumple su cometido.
Recarga estándar rápida (7.4 kW – 32 A a 230V monofásica)
Es otra alternativa bastante frecuente en viviendas, sobre todo si cuentas con una potencia contratada elevada, y/o un dispositivo con Control Dinámico de Potencia, que te permite modular la carga en función del consumo del hogar, evitando con ello sobrepasar la potencia contratada.
Siguiendo con el ejemplo del Renault Zoe de 52 kWh, en este caso la carga desde 0 hasta el 100 % te llevaría 7 horas. La ventaja de este tipo de carga es que, si eventualmente haces un uso más intensivo de las baterías, puedes cargarlas sin ningún problema durante la noche.
Nota: casi todos los fabricantes, buscando simplificar su gama de productos, ofertan ya como dispositivo base puntos de recarga de 7.4 kW (aunque permiten recargar a 3.7).
Recarga semi-rápida (vía pública y electrolineras, 22 kW)
No es habitual en un hogar, pero sí en lugares con suministros trifásicos y de gran potencia, como empresas, parkings de edificios públicos, centros comerciales, etc. Esta modalidad comprende desde la carga a 11 kW (16A a 400V), a los 22 kW (32A a 400V).
En apenas 2 horas, podrías tener cargada la batería de 52 kWh del Zoe, y e
n mucho menos, contar con la batería suficiente para seguir con tu ruta si estás viajando y repostando en una electrolinera.
Ojo, no todos los coches soportan todas las cargas.
Por otra parte, algunos modelos pueden cargar además de en alterna (AC), en continua (DC). Como los Tesla en su red de Tesla Chargers. Infórmate sobre cómo puede cargar tu coche.
Recarga rápida (vía pública y electrolineras, 50 kW ó más)
Perfecta para recargar tu batería en mitad de un viaje de larga distancia.
Es la potencia de la mayoría de electrolineras y nos puede servir para cargar las baterías desde un nivel bajo a casi al 80% en muy poco tiempo (unos 25-40 minutos).
Sin embargo, estas recargas se realizan siempre en corriente continua (DC), para lo cual el coche ha de disponer de un conector ChaDeMo o un CSS Combo.
Tipos de conectores para el coche eléctrico
La presencia de diversos conectores puede resultarte un poco confusa, pero no te preocupes. Para que sigas familiarizándote con el coche eléctrico, vamos a abordar ahora los conectores con los que puedes encontrarte. Es más sencillo de lo que parece.
Como primera premisa, algunos de ellos van cayendo progresivamente en desuso y, además, la tendencia es que el conector Tipo 2 se perfile como conector universal.
Enchufe convencional o Schuko
Un Schuko no es más que cualquiera de los enchufes presentes en tu hogar (con dos polos: fase y neutro, y el contacto para la toma de tierra). Se emplean para conectar aparatos eléctricos en baja tensión y con corrientes monofásicas.
Este tipo de conector puede soportar como máximo corrientes de 16A y sólo durante cortos periodos de tiempo.
Si tienes un híbrido enchufable, puedes cargar su batería a 10, 12 ó 13 amperios como mucho, haciendo uso de un cargador portátil. Por seguridad y de cara a recargas prolongadas, se recomienda no sobrepasar de 10A para no comprometer la integridad de la instalación. No te lo tomes a broma, sobrepasar el amperaje recomendado por el fabricante podría provocar un incendio.
Conector Tipo 1 o Yazaki (SAE J1772)
El conector por el que apostaron las marcas asiáticas y americanas, siendo originario de Japón.
Muchos vehículos procedentes de estos mercados operan con el conector Tipo 1, pero la tendencia es que progresivamente los vayan sustituyendo por el conector Tipo 2. Es el caso por ejemplo del Nissan Leaf, que equipaba un conector Tipo 1 en su generación anterior mientras que el modelo contemporáneo equipa ya el conector europeo.
Es muy similar a un Shucko, con fase, neutro y tierra a baja tensión, pero dispone de dos contactos adicionales que se utilizan para la comunicación entre los cargadores y el vehículo. Este conector puede cargar como máximo a 32 A en baja tensión monofásica.
Es decir, si tu coche tiene un conector Tipo 1 y lo permite, podrás realizar recargas estándar rápidas a 7.4 kW.
Conector Tipo 2 o Mennekes (IEC 62196-2)
Es el “rival” del conector Tipo 1, adoptado por los fabricantes europeos y gozando de cada vez mayor penetración.
Es conocido también como “Mennekes”, debido al primer fabricante de este tipo de conector. Dispone de 2 contactos más que el conector Tipo 1, es decir, 7 contactos en total. 3 de ellos de fase (habilitando la carga trifásica), neutro, tierra y 2 contactos de comunicación entre cargador y vehículo.
Si tu coche equipa este conector y ha sido concebido para ello, el conector Tipo 2 o Mennekes te permitirá realizar recargas monofásicas a 16A, o trifásicas (400V) hasta a 63A.
Traducido, esto te otorga una potencia en corriente alterna desde 3.7 kW a 44 kW.
Conector Tipo 3
Se trata de un conector en desuso, habiendo sido desbancado por el conector Tipo 2.
Además se trata de un conector para coche eléctrico que se presta un poco a confusión, ya que dispone de la variante 3A y la 3C. La primera de ellas para cargas monofásicas a 16A, con 4 contactos. La segunda, la 3C, para monofásicas o trifásicas a 32A y con 7 contactos (al igual que el Mennekes).
Conector ChaDeMo
Desarrollado por un aglomerado de marcas japonesas, permite realizar recargas de hasta 50 kW de potencia a una intensidad de 125A en continua.
Es muy común encontrarlo en coches que montan el conector Tipo 1.
Conector Combo 2 (IEC-62196-3)
La recarga en corriente continua en Europa tendió hacia otro conector, el Combo 2. Es un conector que aúna un conector Mennekes o Tipo 2 de alterna con un conector de continua con dos contactos adicionales. De este modo se evita que el vehículo tenga que disponer de dos conectores distintos, uno para las recargas en casa y otro para las cargas rápidas en electrolinera. Ahí reside la clave de su éxito.
Con este cargador podrías cargar en alterna a 44 kW (63A en trifásica a 400V) y hasta a 100 kW en continua.
Modos de recarga
Ahora que ya conoces lo básico, los tipos de recarga y los conectores para recargar tu coche eléctrico, viene la parte “avanzada”.
No es estrictamente obligatorio que conozcas los modos de recarga… pero sí al menos que estés familiarizado con ellos. El modo de recarga no alude en realidad a la velocidad de la recarga, aunque estén relacionadas, sino con el nivel de comunicación entre el dispositivo de recarga y el vehículo.
Modo 1 de recarga de Vehículos Eléctricos
Es el modo de recarga más básico, realizado a través de una toma de corriente convencional tipo Schuko. No hay comunicación entre el coche y el dispositivo de recarga.
Es el que emplearías con vehículos más pequeños, como bicicletas eléctricas, patinetes, etc. Aunque también puede ser funcional para un vehículo híbrido enchufable… o, si no te queda otra, sacarte de un apuro a la hora de recargar tu eléctrico.
Siempre es recomendable incluir las protecciones pertinentes. Una protección diferencial y otra magnetotérmica.
Modo 2 de recarga de Vehículos Eléctricos
En este modo la conexión entre coche y la red no es directa como en el caso del Modo 1. Se implementa un sistema de seguridad en el cable que permite controlar de forma más fiable la conexión, estableciendo además unos parámetros de carga.
El modo de recarga 2 puede alcanzar 7.4 kW en monofásica o 22 kW en trifásica (con 32 A por fase). Pudiendo conectarse a la red tanto con un Schuko convencional como con un CEE/CETAC a 16 ó 32 amperios.
Es necesario contar con una protección diferencial y magnetotérmica.
Modo 3 de recarga de Vehículos Eléctricos
Con este modo de recarga es posible alcanzar potencias desde los 7.4 kW en monofásica a los 22 kW en trifásica, exactamente igual que en el Modo 2 citado anteriormente.
¿Y qué diferencia hay entre el Modo 2 y el Modo 3?
Fundamentalmente, la comunicación del Modo 3 es más avanzada. Permitiendo una serie de funciones adicionales como la comprobación permanente de la toma de tierra, la verificación del estado de la conexión, la activación y desactivación del proceso de carga… etc. Además se realiza mediante un conector específico, ya sea Tipo 1, Tipo 2, Tipo 2…
También es posible regular la potencia de carga en función del vehículo en cuestión y de las preferencias del usuario (potencia contratada, por ejemplo).
Modo 4 de recarga de Vehículos Eléctricos
El Modo 4 de recarga se utiliza única y exclusivamente para las recargas con corriente continua (DC).
Incluye las protecciones pertinentes en la infraestructura de recarga, así como las funciones de comunicación adicionales ya citadas en el caso anterior y la posibilidad de regular la carga.
Sólo suele encontrarse en estaciones (electrolineras) donde se realizan recargas rápidas con corriente continua, con conectores ChaDeMo o Combo 2.
Funcionalidades de los dispositivos de recarga
En el mercado hay una cantidad ingente de puntos de recarga y de marcas que fabrican estos equipos.
Por razones obvias no vamos a abordar todos los dispositivos, pero sí es importante que conozcas algunas de las funcionalidades que pueden ofrecerte, para que sepas a qué atenerte, o cuáles buscar a la hora de seleccionar tu punto de recarga.
Control Dinámico de Potencia (CDP)
El Control Dinámico de Potencia puede ser tu mayor aliado cuando tienes una potencia contratada un poco justa y no deseas elevarla. Básicamente, estos equipos cuentan con una pinza amperimétrica para medir el resto de consumos presentes en el hogar, y modular en consecuencia la carga del vehículo.
De esta forma, nunca sobrepasas la potencia contratada y evitas que “salten” las protecciones*.
Hay equipos como el Wallbox Policharger que lo equipan de serie, y otros, como el Wallbox Pulsar, que pueden equiparlo como opción.
*Nota: desde el 1 de junio, con la nueva tarifa. Puedes contratar varias potencias para, por ejemplo, recargar tu coche eléctrico por la noche.
Conexiones vía Bluetooth/Wifi
La conectividad es un parámetro cada vez más solicitado, contar con la monitorización del proceso de recarga en tu móvil puede ser interesante.
Gracias a ella puedes regular la intensidad de carga desde el teléfono… o accionar y desactivar tu wallbox, evitando por ejemplo que vecinos “amigos de lo ajeno” pueden utilizarlo (si se trata de una plaza de garaje en un garaje comunitario).
Ten en cuenta que si lo que deseas es monitorizar vía Wi-Fi las recargas y el vehículo está en un sótano, es más que improbable que la señal llegue.
Recarga bidireccional (V2G)
Un punto de recarga bidireccional (V2G, del vehículo a la red eléctrica) es aquel que te permite, además de recargar el coche de forma convencional, emplear la batería del mismo como batería para el hogar. De este modo, aprovecharíamos el potencial de un acumulador de gran capacidad, que en caso contrario suele permanecer un buen número de horas sin ningún uso mientras el coche eléctrico está estacionado en un garaje.
Sin embargo, se trata de una tecnología poco madura, ya que apenas existen dispositivos de carga V2G en el mercado. Y muy pocos son todavía los vehículos compatibles.
A día de hoy no son una gran opción.
Instalación de tu punto de recarga
Llegamos a un tema clave. En caso de decantarte por un punto coche eléctrico… ¿Cómo se realizamos la instalación de su punto de recarga?
Lo más común, si vas a instalar un punto de recarga en tu plaza de garaje, es que optes por un punto de recarga mural o wallbox, aunque también pueden montarse sobre pedestal.
Para ello tendrás que recurrir a una empresa autorizada, que realice la instalación de acuerdo con la normativa en vigor y que además la legalice para que no quede ningún fleco suelto.
¿Qué opciones existen al respecto?
Esquemas de instalación para puntos de recarga
Para instalar el un punto de recarga puedes optar por distintos esquemas, esencialmente, dependiendo de la ubicación del contador (estos esquemas están recogidos en la ITC BT 52, que regula la infraestructura de recarga para Vehículos Eléctricos):
- Aprovechar tu contador: es lo más habitual si el garaje está en el mismo edificio que la vivienda, ya sea el garaje privado o comunitario. Este esquema permite además aprovechar el contrato de suministro eléctrico de la vivienda.
Tienes a su vez dos opciones. La primera consiste en realizar una derivación desde el contador, que es la más común y normalmente la más económica, además, los cuartos de contadores suelen situarse en la planta baja, por lo que frecuentemente están cerca de las plazas de garaje. Si se trata de una vivienda unifamiliar, la otra opción es ejecutar una línea desde el cuadro general hasta la plaza de garaje.
- Contratar un nuevo suministro: a veces no queda otra que recurrir a esta opción, un caso común es el de una plaza de garaje alquilada en un edificio distinto al de residencia. En este caso se debe tramitar un expediente de nuevo suministro con la compañía distribuidora y, por lo tanto, asumir los costes sus costes. .
¿Qué pasa si mi coche «duerme» en un garaje comunitario?
Absolutamente nada.
Instalar un punto de recarga en un garaje comunitario es muy sencillo, la Ley de Propiedad Horizontal te ampara. No necesitas ningún tipo de aprobación ni de permiso, el único requisito al respecto es que informes previamente a la comunidad.
Eso sí, como es obvio, tendrás que instalarlo en tu propia plaza, asumiendo los costes tanto de la instalación como aquellos derivados de las recargas.
Legalización de un punto de recarga
La normativa que regula estas infraestructuras en el territorio español es el Reglamento de Instalaciones Eléctricas de Baja Tensión, así como su instrucción técnica ITC-BT-52.
Legalizar un punto de recarga no supone un trámite complejo, pero hay que tener en cuenta algunos aspectos.
Tu empresa instaladora debe encargarse no solo de llevar a cabo la instalación del punto de recarga y de que sea plenamente funcional, sino también de la legalización de la misma para evitarte cualquier tipo de problema. A tal fin, la empresa debe ser una empresa instaladora autorizada.
¿Y cuánto me va a costar el punto de recarga?
El coste de la infraestructura de recarga y su instalación no son, porcentualmente, un gasto importante frente al coste de un coche eléctrico. Pero sí es un gasto a tener en cuenta. Comprar el dispositivo de recarga e instalarlo tiene un precio en España que oscila desde los 1.200 a los 2.000 euros o más.
Si nos ceñimos únicamente a la instalación, su coste varía de acuerdo a varios factores, fundamentalmente:
- Distancia al contador y “complejidad” de la instalación: los metros de cableado o, por ejemplo, si hay que atravesar algún forjado (en garajes ubicados en sótanos, en plantas distintas a los contadores), incrementan el coste de la instalación.
- Suministro monofásico o trifásico: y por lo tanto también de la potencia de la instalación.
- Existencia (o no) de preinstalación: los edificios de nueva construcción están obligados a ello, lo que facilita las operaciones de instalación, algo que por supuesto repercute en el precio.
Consejos a la hora de solicitar la instalación de un punto de recarga
Ceñirse únicamente al precio… en éste, como en tantos otros campos, no suele ser buena opción.
Nuestro consejo, a la hora de pedir presupuesto para la instalación de un punto de recarga para tu coche eléctrico, es que te asegures al menos de que lo presupuestado incluya los siguiente:
- Cuadro con las protecciones reglamentarias: protección automática y protección diferencial (adecuadas a la potencia y las características de la línea).
- Realización por el instalador del Boletín: posteriormente enviado a Industria, con el cual tu instalación quedará perfectamente legalizada. Sin tener que preocuparte por ningún trámite.
- Puesta en marcha: las pertinentes pruebas finales antes de que comiences a usar tu punto de recarga.
En SOLARIX apostamos por una filosofía de trabajo que no sólo se limite a cumplir con la legislación vigente, sino que apueste por unos elevados requisitos de calidad y por la satisfacción de nuestros clientes.
Energía fotovoltaica y coche eléctrico, una sinergia necesaria
Las bondades de los coches eléctricos son muchas como has podido ver. Sin embargo, algunos predican que por comprarte un coche eléctrico te conviertes en una suerte de superhéroe o algo similar.
Nada más lejos de la realidad.
Lo cierto es que si cambiamos al coche eléctrico, pero seguimos generando la energía mediante combustibles fósiles, estaremos contribuyendo a mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades, ya que las emisiones se generarán lejos, muy lejos, en las grandes centrales eléctricas.
Pero la contribución del coche eléctrico a la reducción neta de emisiones de CO2 y al freno del cambio climático, depende directamente de cómo generamos la energía con la que posteriormente cargarás tu coche.
Por eso, el coche eléctrico cobra especial interés si es de la mano de la transición hacia la de las renovables.
Si sumas al coche eléctrico una instalación de autoconsumo fotovoltaico en tu hogar, no sólo reducirás tu factura gracias a la energía limpia que generas y consumes de forma gratuita, sino que, además, podrás percibir un descuento en el término de energía de tu factura por los excedentes que viertes a red. Perfecto para cargar el coche eléctrico durante la noche.
Conclusiones sobre puntos de recarga
Felicidades por haber llegado hasta aquí.
Si estás leyendo esta página, significa que estás comprometido con la movilidad eléctrica y que deseas dar el salto desde el coche de motor de combustión interna al coche eléctrico. He aquí un resumen de lo que hemos expuesto:
- El coche eléctrico, en la actualidad, presenta numerosas ventajas. Incluso las desventajas (como la autonomía), van difuminándose poco a poco.
- Existen distintos Tipos de recarga, en función de la velocidad. Y Modos de recarga, que tienen que ver con la comunicación entre el coche eléctrico y la infraestructura de recarga.
- También debes familiarizarte con los Conectores, aunque la tendencia es que el Tipo 2 o Mennekes se convierta en el es el estándar.
- Los dispositivos de recarga, por su parte, pueden aportar distintas funcionalidades. Los hay desde básicos que se limitan a recargar tu coche, a otros con comunicaciones avanzadas.
- La instalación de un punto de recarga es un proceso sencillo, pero debe realizarse por instaladores autorizados y cumpliendo con los esquemas y requisitos de la normativa vigente.
- El coche eléctrico, en suma con una instalación de autoconsumo fotovoltaico, genera sinergias muy interesantes. Logrando además que la electricidad empleada en la recarga del vehículo sea electricidad verde.