
A medida que incrementamos la presencia de fuentes renovables en el mix energético, como la fotovoltaica o la eólica, surge la necesidad de incrementar también el almacenamiento de energía. Una pieza clave en la reducción de emisiones de CO2 y una tendencia clave este 2023. En esta materia, el litio ha ido adquiriendo una creciente relevancia en nuestras vidas, especialmente en los últimos tiempos.
Además de sus aplicaciones convencionales, como la fabricación de baterías para dispositivos móviles y otros dispositivos electrónicos, se ha vuelto esencial en la producción de aleaciones, vidrio, cerámica, caucho y sistemas de aire acondicionado.
A estas aplicaciones habituales se unen progresivamente las relacionadas con la transición hacia una energía más sostenible y la electrificación de nuestro sistema energético. Como las baterías para vehículos eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energía renovable. Y es que las baterías de litio en fotovoltaica están dejando obsoletas a las baterías tradicionales de plomo-ácido.
La relevancia del litio en fotovoltaica
La creciente demanda de esta materia prima y su producción actual limitada en comparación con las expectativas de consumo han motivado la exploración de nuevos yacimientos en diversos países. En este sentido, España ha identificado importantes depósitos de litio en regiones como Galicia, Castilla y León y Extremadura.
Las baterías de litio desempeñan un papel crucial en la transición hacia una matriz energética más sostenible, al permitir la sustitución de los combustibles fósiles por fuentes de energía renovable. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la extracción minera necesaria para obtener este recurso natural conlleva una serie de impactos negativos tanto en términos ambientales como sociales.
Surge entonces la siguiente pregunta: ¿la reducción de emisiones de CO2 justifica los impactos ambientales y sociales de la minería de litio?
En este artículo, nuestro objetivo es proporcionarte la información necesaria para que puedas formar tu propia opinión sobre este tema, aunque también compartiremos nuestra perspectiva.
En SOLARIX nos especializamos en energías renovables porque estamos comprometidos con la preservación del medio ambiente. Consideramos esencial contribuir a su protección mediante la provisión de energía limpia para hogares y empresas. Si tienes consultas sobre cómo generar tu propia energía de manera sostenible, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Situación del litio en España: yacimientos y el dilema de su explotación
Como mencionábamos previamente, España cuenta con depósitos de litio en su subsuelo, ubicados en regiones como Galicia, Castilla y León, así como Extremadura. De entre estos territorios, Extremadura ha sido seleccionada como la región donde multinacionales extranjeras planean llevar a cabo los primeros proyectos de extracción de litio. Esto ha provocado una fuerte reacción por parte de la población en relación con la realización de estos proyectos.
Pero… ¿Cuáles son los fundamentos de este conflicto? ¿Qué argumentos esgrimen las diferentes partes involucradas?
Sostenibilidad, autonomía y empleo
Los argumentos que respaldan la introducción de la minería de litio en nuestro país pueden resumirse de la siguiente manera:
Lucha contra el cambio climático:

Uno de los argumentos primordiales para respaldar la minería de litio en España radica en la relevancia de este metal en la transición hacia una matriz energética más sostenible. La promoción de la movilidad eléctrica y del almacenamiento de energía renovable constituyen dos pilares fundamentales para desplazar los combustibles fósiles, contribuyendo a la reducción o eliminación de las emisiones de CO2. Lo que beneficia al medio ambiente y combate el efecto invernadero.
Los datos proporcionados por los promotores del proyecto de extracción de litio en Cañaveral, por ejemplo, incluyen la extracción de 1,2 millones de toneladas de litio anualmente entre 2025 y 2026. Con esta cantidad de litio, se estima que se podrían suministrar baterías para 2,5 millones de vehículos eléctricos cada año. Desde la perspectiva de la reducción de CO2, esto podría traducirse en la prevención de más de 3,5 millones de emisiones de efecto invernadero en la próxima década.
Romper la dependencia de terceros países
La experiencia derivada de las crisis económicas causadas por la pandemia de COVID-19 y el conflicto en Ucrania ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de un sistema global altamente dependiente del comercio internacional. El mercado del litio a nivel mundial proporciona un ejemplo claro de esta fragilidad. Ya que la producción y las reservas de este recurso vital están concentradas en un reducido número de países, entre ellos Bolivia, Argentina, Chile, Australia, China y Estados Unidos. Esta concentración ha llevado a una escasez de suministro debido a la creciente demanda por parte de los fabricantes. Lo que ha contribuido al aumento de los precios del litio, especialmente en el último año.
Esta situación se complica aún más cuando hablamos de la refinación y procesamiento del litio. China controla aproximadamente el 60% de la refinación de litio a nivel mundial, el 77% de la producción global de celdas de baterías y el 60% de otros componentes relacionados con las baterías.
En este contexto, la relocalización de los procesos de extracción de litio en España se plantea como una oportunidad para reducir la dependencia de terceros países en la producción de litio y garantizar un acceso más seguro y estable a este recurso estratégico. Este argumento se presenta como una razón clave para respaldar la minería de litio en el país.
Generar empleo y aumentar los ingresos municipales
Un tercer argumento que respalda la minería de litio es uno de los más comunes para promover proyectos en la sociedad actual: la creación de empleo. ¿Quién podría estar en contra de la generación de empleo? Empleos tanto directos como indirectos, con una mayor cantidad durante la fase de construcción de las minas y una cifra algo menor a largo plazo.
En el caso de las minas planificadas en Cáceres, se estiman alrededor de 200 empleos directos en Valdeflórez y 430 en Cañaveral. Durante la fase de construcción, se prevén 600 y 1,500 empleos respectivamente, y más de 2,000 empleos indirectos generados de manera adicional.
Además de la creación de empleo, las empresas promotoras argumentan que estos proyectos contribuirán al fortalecimiento de los ingresos municipales a través de impuestos locales. En el caso de Cañaveral, se menciona una contribución de 70 millones de euros en impuestos como resultado de la minería de litio.
Impacto negativo de la minería del litio
A pesar de que inicialmente los argumentos a favor de la extracción de litio pueden parecer sólidos en el contexto de la transición hacia fuentes de energía más limpias y el desarrollo de las comunidades que albergan estas operaciones, colectivos locales y defensores del medio ambiente han levantado la voz para subrayar la necesidad de tener en cuenta una serie de aspectos cruciales relacionados con la minería de litio.
Impacto Ambiental Integral:
Estamos frente a preocupaciones de índole medioambiental que están estrechamente ligadas al recurso del agua.
Por un lado, el proceso de obtención de litio demanda cantidades significativas de este recurso vital, a menudo extraído de fuentes subterráneas. Lo que afecta los niveles freáticos y pone en riesgo los recursos hídricos regionales.
Por otro lado, se debe considerar el potencial impacto de las filtraciones de residuos tóxicos en los acuíferos de agua dulce. Este fenómeno podría tener consecuencias devastadoras para la biodiversidad local, la agricultura, la ganadería e, incluso, el abastecimiento de agua potable para las comunidades locales.
Además, la minería de litio puede provocar daños al suelo en áreas de alto valor ecológico y contribuir a la contaminación del aire a través de la emisión de partículas tóxicas durante el proceso de tostado de minerales.
Impacto en el Patrimonio Cultural, Histórico y Empleo:

La extracción de litio ejerce un impacto profundo en el patrimonio cultural, histórico y paisajístico de la región. Esto afecta a actividades arraigadas en la identidad territorial y a elementos emblemáticos del lugar. Lamentablemente, este impacto no solo se limita a la esfera cultural, sino que también se traduce en consecuencias negativas para la sostenibilidad y la creación de empleo en otros sectores económicos, como la agricultura, la ganadería y el turismo.
Por otro lado, es motivo de preocupación que las promesas de creación de empleo vinculadas a la minería de litio no se materialicen como se espera. Incluso en los casos en que se generen puestos de trabajo, es probable que estén caracterizados por una baja cualificación, ya que las empresas multinacionales extranjeras suelen traer su propio personal especializado.
En consecuencia, la creación de empleo resultante de la minería de litio en estas áreas no compensa el daño causado a los empleos relacionados con otras actividades económicas locales.
¿Y qué hay del reciclaje de baterías?
El proceso de reciclaje de baterías de litio no solo es factible, sino que también se presenta como una empresa potencialmente rentable. A pesar de esto, aún hay un camino por recorrer para lograrlo plenamente.
Reciclaje de Baterías de Litio en el Futuro:
Las baterías de litio utilizadas en sistemas de almacenamiento de energía o movilidad eléctrica pueden tener una vida útil de 10 a 25 años, dependiendo de varios factores. Esto significa que en el futuro habrá una cantidad significativa de baterías de litio desechadas que deben gestionarse de manera adecuada, debido a su potencial contaminación y a la posible escasez de litio en la extracción. En este contexto, el reciclaje de baterías de litio se convierte en un desafío fundamental para minimizar el impacto ambiental y respaldar la transición hacia fuentes de energía renovable.
Principales Métodos de Reciclaje de Baterías de Litio:
Cuando una batería de litio llega al final de su vida útil, no se puede desechar en la basura debido a su contenido contaminante. Debe llevarse a un punto de recogida adecuado y luego ser procesada en un centro especializado. Existen varios métodos de reciclaje, pero los dos principales son la técnica hidrometalúrgica y la técnica pirometalúrgica.
Sin embargo, se están investigando nuevos enfoques mecanoquímicos para el reciclaje que prometen ser más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
En resumen, el reciclaje de baterías de litio desempeña un papel crucial en la sostenibilidad de la transición energética y la gestión de recursos naturales finitos. A medida que la investigación avanza, se busca abordar los desafíos actuales y encontrar soluciones más efectivas para garantizar la disponibilidad continua de litio en un mundo impulsado por la energía limpia.

Técnica hidrometalúrgica de reciclado del litio
La técnica hidrometalúrgica representa un proceso de gran relevancia en la industria de la recuperación de metales. Ya que emplea soluciones acuosas para la separación y recuperación de metales valiosos.
Este enfoque es ampliamente utilizado en la transformación del litio contenido en baterías agotadas. El procedimiento se inicia con la descarga completa de la batería para mitigar riesgos potenciales. Posteriormente, se procede a su desmontaje con el fin de separar los materiales sólidos, como plástico, aluminio y cobre, de los componentes químicos, incluyendo litio, cobalto, magnesio o níquel.
Los materiales sólidos se someten a un proceso de trituración para obtener pequeños gránulos que luego son sometidos a filtración y separación en función de su tamaño de partícula. Durante este proceso, se logra recuperar materiales valiosos como el cobre y el aluminio. Los componentes químicos se tratan con ácido y posteriormente se neutralizan para separar las sales metálicas. Lo que resulta en la formación de un fino polvo negro conocido en la industria del reciclaje como «masa negra». Este proceso de separación química garantiza que los materiales alcancen el nivel de pureza necesario para ser reutilizados en la fabricación de nuevas baterías.
Es importante señalar que en este proceso se generan sustancias potencialmente peligrosas para el medio ambiente. Como aguas residuales que contienen metales pesados tóxicos, emisión de gases y la formación de fango que puede contener plata y plomo. Así como compuestos metálicos disueltos, incluyendo hierro, níquel, arsénico y cobalto.
Técnica pirometalúrgica de reciclaje de litio
Por otro lado, la técnica pirometalúrgica, en términos simplificados, se basa en el procesamiento del material a través del uso del calor y el fuego. En este método, la «masa negra» resultante se introduce en un horno y se somete a altas temperaturas. Este proceso implica varias etapas, que incluyen calcinación, rotación del horno, fusión, soplado, refinación pirometalúrgica y empobrecimiento de desechos.
Si bien la técnica pirometalúrgica es aplicable a cualquier tipo de batería, su principal desventaja radica en el alto consumo de energía. Ya que el horno debe alcanzar temperaturas extremadamente elevadas para incinerar los materiales. Además, esta técnica genera humos tóxicos y limita la recuperación de otros componentes valiosos, lo que se traduce en costos significativamente más altos y la no accesibilidad para todas las empresas.
El reciclaje del litio, un proceso en continua investigación
En la búsqueda continua de métodos más eficientes y sostenibles para el reciclaje de baterías de litio, la investigación en este campo no se detiene.
Científicos alemanes han presentado un novedoso enfoque mecanoquímico para el reciclaje de baterías de litio y otros compuestos químicos. Este método, basado en el uso del aluminio presente en el cátodo como agente reductor, combina procesos mecánicos con reacciones químicas para lograr la recuperación de hasta un 70% del litio contenido en una batería agotada.
En este proceso mecanoquímico, los residuos de las baterías de litio se trituran y se induce una reacción química con el aluminio, formando compuestos metálicos con compuestos de litio solubles en agua. La recuperación del litio se lleva a cabo mediante la disolución de estos compuestos en agua, seguida de la evaporación del agua.
Este método mecanoquímico es especialmente eficiente desde el punto de vista energético. No requiere temperaturas extremadamente altas en el proceso, lo que reduce significativamente el consumo de energía. Además, minimiza el impacto ambiental al no utilizar productos químicos corrosivos ni generar emisiones asociadas a altas temperaturas. Por otra parte, no es necesario realizar una clasificación previa de los materiales. Lo que simplifica aún más el proceso y reduce los costos, facilitando su implementación a nivel industrial.
Se espera que en los próximos años, la investigación en el campo del reciclaje de baterías de litio continúe avanzando para abordar los desafíos actuales y mejorar la sostenibilidad de este proceso esencial.
¿Existen alternativas al litio?
Llegados a este punto cabe preguntarse si, de forma complementaria al reciclaje, existen otras líneas de investigación u otras metodologías en materia de almacenaje de de energía que puedan complementar su uso o incluso desplazarlo.
Una tecnología que ejemplifica esta versatilidad es la de las baterías de zinc. El zinc, debido a su naturaleza versátil, puede ser empleado en una amplia variedad de aplicaciones y configuraciones, incluso en formatos extremadamente compactos.
Además, ofrece un nivel intrínseco de seguridad significativamente alto, lo que simplifica su implementación en entornos industriales. En este sentido, estas baterías de zinc pueden beneficiarse del mismo proceso de fabricación y utilizar los equipos empleados en la producción de baterías de litio. Lo que facilita su adopción a gran escala.

Sin embargo, la verdadera alternativa al litio que está ganando cada vez más protagonismo en el campo del almacenamiento de energía son las baterías de sodio. Estas baterías de sodio tienen aplicaciones potenciales en una amplia gama de escenarios y ofrecen una eficiencia energética notable. Además, su capacidad de carga rápida no compromete la calidad del rendimiento. Lo que las convierte en una opción muy prometedora para una variedad de aplicaciones de almacenamiento energético.
En un contexto más amplio, el impulso hacia el almacenamiento de energía para el autoconsumo es impulsado en parte por la necesidad de reducir la dependencia de un oligopolio energético en el que la confianza es limitada. Sin embargo, el crecimiento esperado en la demanda de estas materias primas plantea desafíos para este enfoque de almacenamiento descentralizado. En un futuro cercano, es probable que el almacenamiento de energía deba realizarse a través de la red eléctrica. Permitiendo a los consumidores almacenar sus excedentes energéticos para su uso posterior, de manera similar a lo que sucede actualmente con las baterías de litio.
Se han dado pasos significativos en esta dirección, como la implementación de la fórmula de la «batería virtual» para la compensación de excedentes. No obstante, aún queda mucho trabajo por hacer para desarrollar un sistema de compensación de energía más eficiente y equitativo que reduzca la necesidad de instalar una batería individual en cada vivienda. Este avance es crucial para garantizar una transición más sostenible hacia un sistema de almacenamiento energético más eficiente y justo.
Entonces… ¿Los impactos de la minería están justificados? Hacer sostenible lo insostenible
El dilema que enfrentamos es de una complejidad innegable. En la actualidad, el litio desempeña un papel central en la electrificación de nuestro sistema energético. Pero sobre todo, un elemento esencial en la transición hacia una matriz energética más sostenible.
Simultáneamente, la relocalización de los procesos extractivos y productivos se presenta como una estrategia geopolítica para reducir la dependencia de terceros países en esta materia crítica.
Sin embargo, esta necesidad imperante no puede convertirse en un cheque en blanco que ignore los considerables impactos medioambientales, sociales y económicos que se asocian con la explotación de litio en las regiones donde se encuentra. Entonces, ¿cuál es el camino a seguir? La transición energética debe ser vista como un proceso integral. Incorporando otros factores en la ecuación para que pueda llevarse a cabo de manera sostenible y minimice el deterioro que puede infligir a las comunidades y el entorno.
La búsqueda de soluciones a este dilema exige un enfoque equilibrado que tenga en cuenta tanto las necesidades energéticas cruciales como la responsabilidad hacia el medio ambiente y las comunidades locales. Esto implica desarrollar prácticas de extracción y producción más limpias y sostenibles, así como la adopción de políticas y regulaciones que mitiguen los impactos negativos en el territorio. Además, es esencial fomentar la investigación y la innovación para encontrar alternativas y tecnologías que minimicen la dependencia del litio y de otros recursos con desafíos similares.
En última instancia, el camino a seguir radica en encontrar un equilibrio. Un delicado equilibrio entre nuestras necesidades energéticas actuales y futuras y la preservación de nuestro planeta y de las comunidades que lo habitan. Esta es la esencia de una transición energética genuinamente sostenible. Donde la toma de decisiones consideradas y responsables es fundamental para forjar un futuro más próspero y saludable para todos.
Algunas conclusiones finales
En el presente artículo, hemos explorado cómo la transición hacia fuentes de energía más sostenibles plantea el desafío de gestionar de manera responsable las materias primas esenciales, en este caso el litio. Es crucial reconocer que la necesidad de impulsar la maquinaria de energía renovable no debe llevar consigo un deterioro significativo del entorno ambiental. Ni afectar de manera adversa a la calidad de vida de las comunidades locales donde se desarrolla esta transición.
Este equilibrio se persigue mediante diversas estrategias, que abarcan:
- Desarrollo de la Industria del Reciclaje: Se subraya la importancia de fomentar el crecimiento de la industria del reciclaje, lo cual permite una gestión más eficiente de los recursos y reduce la dependencia de la extracción continua de litio.
- Reutilización y Adopción de Nuevos Materiales: Se promueve la reutilización de materiales y la adopción de alternativas innovadoras para evitar el agotamiento de los recursos naturales del planeta.
- Colaboración Colectiva: Se hace hincapié en la colaboración y el trabajo conjunto como enfoque esencial para abordar estos desafíos de manera efectiva.
- Avance hacia Almacenamiento a través de Redes Públicas: Se plantea la necesidad de avanzar hacia sistemas de almacenamiento energético que utilicen las redes públicas. Lo que contribuirá a reducir la demanda de baterías de litio. Esta medida ayudará a prevenir la escasez que se espera debido al aumento en la demanda en los próximos años, al tiempo que minimiza el impacto negativo en los ecosistemas locales durante el proceso.
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