Saltar al contenido
Solarix

Ventajas de emplear fotovoltaica en la Industria Agroalimentaria

Hace unos días abordábamos la instalación de placas solares fotovoltaicas en edificios de oficinas y sus sinergias. Hoy pivotamos hacia el sector industrial, en concreto en la industria agroalimentaria, para el cual las renovables pueden suponer un gran estímulo.

En lo más crudo de la pandemia cuando la COVID-19 nos tenía a muchos confinados, junto a otros sectores como la Sanidad o el Transporte, la Industria Agroalimentaria se mostró como un sector primordial. Sus trabajadores abnegados garantizaban los suministros de muchos de nosotros que nos manteníamos, a salvo y en cuarentena, en nuestras casas.

En este artículo podrás ver cómo las energías renovables, en especial la fotovoltaica, pueden ayudar a estas empresas a desempeñar su actividad de forma eficiente y sostenible. Pero sobre todo, rentable.

Industria agroalimentaria y fotovoltaica

En España, la Industria Agroalimentaria es uno de los principales sectores de actividad. En ciertas regiones, sin ir más lejos, emplea a más del 20% de la mano de obra disponible.

Del mismo modo que sucede en el ámbito residencial, su comunión con las renovables tiene desde luego que ver con el progresivo aumento de la concienciación medioambiental o la vocación por luchar contra el Cambio Climático. Pero también con cómo las energías verdes suponen un elemento de dinamización del sector. Ya que consiguen reducir sus costes y ayudan en definitiva a muchas empresas del sector a ser más competitivas.

El «desorbitado» precio de la electricidad

Por desgracia, a menudo nos toca hablar de los incrementos del precio de la luz. O de cómo se ha batido un nuevo récord en el precio del megavatio-hora (MWh).

Normalmente este tipo de noticias se abordan desde la perspectiva residencial y los pequeños consumidores. Dado que lastra enormemente las economías de las familias y, especialmente en los momentos de mayor consumo (los meses más duros del verano y el invierno), puede suponer un gran problema. Incluso, de salud.

¿Pero qué pasa en este contexto con las empresas?

Cualquier industria, independientemente de su sector, se ve expuesta a una merma de su competitividad a medida que aumentan los costes energéticos. Pero si además pertenece a un sector donde el coste energético es de por sí importante dentro de los costes de producción totales, como ocurre en la Industria Agroalimentaria, el daño es mucho mayor.

De hecho, estadísticamente el coste energético de estas empresas puede suponer un 30% de los citados costes totales productivos.

Partiendo de esta base, y con una tecnología que ha demostrado sobradamente su efectividad a la hora de reducir el consumo energético de la red y por lo tanto la factura eléctrica, la fotovoltaica es sin duda un gran aliado de la Industria Agroalimentaria.

Los patrones de consumo de la Industria Agroalimentaria

Si bien hay industrias que trabajan con otro tipo de turnos, en la Industria Agroalimentaria, mayoritariamente, casi toda la actividad se lleva a cabo durante el día.

Es decir, la mayor parte de la carga de trabajo y por lo tanto de los consumos, quedan bajo el «paraguas» de la curva de producción fotovoltaica. Una instalación fotovoltaica puede cubrir incluso la mayoría de picos de consumo en este sector. Lo que es sinónimo de ahorro, rentabilidad, un periodo de retorno de la inversión necesaria para implantar la fotovoltaica bajo y, desde luego, mayor competitividad.

En cualquier caso, en la rentabilidad de la instalación fotovoltaica deben tenerse en cuenta más factores. Como las posibles ventajas fiscales de emplear renovables e industria, o la independencia respecto a los cambios de precios en la energía.

¿Cuánto tardaría en amortizarse una instalación fotovoltaica en tu industria agroalimentaria?

Depende del tamaño de la instalación, de la morfología de la cubierta y un largo etcétera.

Con todo, no es extraño que cuando dimensionamos instalaciones fotovoltaicas para industria, el periodo de retorno de la inversión descienda de los 5 e incluso los 4 años. Siendo el caso de la Industria Agroalimentaria, como ya te hemos comentado antes, especialmente óptimo para este tipo de instalaciones.

Por lo demás, recuerda que los componentes en una instalación fotovoltaica tienen una elevada vida útil, con garantías, en el caso de los paneles fotovoltaicos, que alcanzan hasta los 25 años en términos de producción.

Si a ello le unimos que el mantenimiento de tu instalación fotovoltaica, tanto en residencial como en industria, es mínimo, gozarás de un enorme ahorro durante 20 o más años con la instalación ya amortizada.

Escalabilidad en fotovoltaica

Otra de las grandes ventajas de esta tecnología renovable es que puede adaptarse, prácticamente, a instalaciones de cualquier tamaño.

La fotovoltaica puede emplearse tanto con pequeños campos fotovoltaicos destinados a cubrir el consumo de viviendas o pequeñas empresas, como en instalaciones trifásicas y de gran potencia para grandes industrias.

De hecho, siempre que se contemple en la fase de diseño, bien sea poniendo un inversor con potencia de reserva suficiente, o con la capacidad de ampliar la instalación en paralelo con más inversores, la instalación fotovoltaica puede ejecutarse en varias fases o ampliarse progresivamente.

Algo especialmente útil en caso de que tu empresa, sin ir más lejos, vaya aumentando progresivamente su capacidad de producción. Y por tanto, sus necesidades energéticas.

Compensación de excedentes en industria

Como quizá ya sepas, desde 2019 y con la entrada den vigor del RD 244/2019, es posible en España acogerse a la modalidad de compensación de excedentes. Esta modalidad implica que, por cada kWh vertido a la red, recibirás un descuento a posteriori de la energía que consumas de la red pública.

Desde SOLARIX queremos incidir que una instalación fotovoltaica es más rentable, cuanto mayor sea el grado de autoconsumo que genere. Es decir, siempre es mejor consumir la energía que producen tus placas, que verterla.

Y aunque la compensación de excedentes es un gran mecanismo sin ir más lejos para el ámbito residencial (donde las curvas de consumo muchas veces no cuadran con las curvas de producción), no es muy relevante en el sector industrial en general.

Con todo, no deja de ser una «pequeña ayuda».

Modalidades de compensación de excedentes en Industria

Sea como fuere, respecto a la compensación de excedentes en el sector industrial, puedes encontrarte a diferencia del residencial (que no llega a estas cifras de potencia) con dos modalidades:

  • Instalaciones de menos de 100 kW: se procede como en el sector residencial, con un mecanismo simplificado. Únicamente se solicita a la comercializadora de energía que compense en tu consumo los vatios de energía sobrante que has vertido a la red.
  • Instalaciones mayores de 100 kW: en este caso y sobre el papel podrías vender la energía en régimen de venta, no de compensación. Aquí la cosa se complica… ya que tendrías que acogerte a los mismos procedimientos y normativas que cualquier planta de producción de energía eléctrica. Darte de alta como sujeto productor, pagar peaje de acceso de generación por la electricidad generada a red… etc. Por lo tanto y a tenor de que las instalaciones se calculan para tener los mínimos excedentes posibles (hablamos de autoconsumo, no de generación), no suele revestir interés.

Nota: en muchas ocasiones y salvo que la empresa o industria en cuestión precise de una instalación notablemente mayor a los 100 kW, no suele rebasarse esa cifra. El motivo, al margen de lo ya comentado respecto a la compensación de excedentes, es que la documentación a presentar ante la compañía eléctrica, la solicitud y emisión del punto de conexión, los plazos, etc., son diferentes y más complejos y lentos de realizar.

Agricultura, ganadería y energía solar fotovoltaica

Además de las ya citadas ventajas en materia de ahorro, la fotovoltaica puede contribuir a la dinamización de la economía en las regiones rurales.

En los países anglosajones ya se emplea el término «agrovoltaica» (de agricultura y fotovoltaica). Utilizando directamente los paneles sobre extensiones agrarias para aprovechar la sombra que arrojan para ciertos cultivos que crecen mejor en estas condiciones.

La fotovoltaica, además, puede emplearse para extraer agua de pozos, riego, etc.

Por su parte en el sector ganadero, por ejemplo, y ahora que el bienestar animal se ha convertido en un tema controvertido en la industria alimentaria, las granjas que buscan mejorar la calidad de vida de los animales poseen consumos energéticos mayores. En este contexto, la instalación de paneles solares fotovoltaicos en las cubiertas de las granjas consigue un doble propósito: mejorar la imagen de marca sumando al bienestar animal la concienciación medioambiental y, por supuesto, el ahorro energético.

Además, en SOLARIX creemos firmemente en el poder de la energía fotovoltaica para lidiar contra la despoblación rural consiguiendo modelos de negocio más competitivos.

Ahora bien, siempre y cuando las instalaciones fotovoltaicas se centren en la figura del autoconsumidor. Alejándose de los macroproyectos en manos de unas pocas grandes empresas, de cuyos efectos nocivos ya te hemos hablado.

+
Abrir WhatsApp
1
¿Necesitas ayuda?
¡Hola! ¿Cómo podemos ayudarte?